Pintar un cuadro es un proceso en el que nos enfrentamos a continuas decisiones. En mi caso no hay nada claro a priori, considero que cada cuadro es un auténtico misterio y nace con sus propias leyes, nunca se que aparecerá con certeza, simplemente" parto" de una idea lo suficientemente potente como para impulsarme a tomar mis materiales. Después nos embarcamos en esta aventura y en el trayecto suceden muchas cosas... encuentros y también muchas despedidas, escenas irrepetibles que en un momento están...pero que desaparecen con la misma fugacidad que llegan, esta vez quise atrapar esos instantes...buenos, algunos, todos es imposible, pero quería compartir la riqueza de formas, colores y texturas que encierra el proceso creativo. Hay infinitas combinaciones y posibilidades, uno va dejando en el camino todo ese rastro , como pequeñas muertes que en realidad son el abono y la raíz de las vidas que vuelven a resurgir en cada imagen. Nada se pierde, todo se transforma, bendita obra.
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